Ir al contenido

Registros Akáshicos

¿Alguna vez te has preguntado si tu vida, tus experiencias y todas tus posibilidades están escritas en algún lugar?

Muchas personas han oído hablar de los Registros Akáshicos, un concepto que a menudo genera curiosidad y preguntas. En este artículo, vamos a desglosar qué son, cómo se relacionan con algo tan familiar como tu ADN, y por qué no siempre son tan fáciles de “consultar” como uno podría desear.

¿Qué son los Registros Akáshicos y dónde se encuentran?

Imagina una gigantesca biblioteca de información que contiene absolutamente todo lo que ha sucedido, sucede y podría suceder. Eso es, en esencia, lo que son los Registros Akáshicos. No es un lugar físico, sino más bien un campo de información o una especie de “programa cósmico” que guarda la historia completa de todo el universo y de cada ser que lo habita.

Lo fascinante es que esta vasta información no está en algún lugar distante e inaccesible, sino que está desdoblada directamente en nuestro propio ADN. Sí, tu ADN no solo lleva la información de tu genética física, sino que es mucho más: es un fractal multidimensional que contiene todas tus líneas de tiempo, todas tus posibles versiones y todas tus posibilidades. En otras palabras, dentro de tu ADN reside un registro completo de tu pasado y tu futuro, así como de todas las vidas y experiencias que podrías tener.

¿Por qué no podemos acceder a ellos fácilmente?

Si toda esta información está en nuestro ADN, ¿por qué no podemos simplemente “descargarla” como si fuera un archivo de computadora? La respuesta es que nuestro ADN está codificado y, por ahora, gran parte de esta información está bloqueada.

Piénsalo de esta manera: imagina que estás jugando un videojuego muy complejo, como Mario Bros. Estás en el nivel 20, y el juego está diseñado para que avances paso a paso, aprendiendo las reglas y desarrollando habilidades. ¿Qué pasaría si de repente pudieras saltar del nivel 20 al 30, y luego al 4? El juego se volvería “injugable”, no entenderías el propósito ni el camino a seguir. Te perderías por completo.

Algo similar ocurre con los Registros Akáshicos y nuestro acceso a ellos. Estos bloqueos son naturales y existen porque los humanos somos considerados “seres primitivos” con una “inmadurez espiritual, mental y física”. Si tuviéramos acceso total a esta información multidimensional (como el futuro, el pasado o realidades paralelas), crearíamos problemas y paradojas:

• Podríamos usarla con fines egocéntricos o para sacar ventaja de los demás.

• Ver ciertas cosas podría darnos miedo.

• Nuestra mente simplemente no sabría cómo procesar tanta información.

Estos bloqueos, entonces, nos protegen de abrumarnos o de usar este poder de manera irresponsable, manteniendo la coherencia de nuestra experiencia de vida actual.

Entonces, ¿Cómo se puede acceder a esta “Biblioteca Cósmica”?

Aunque el acceso total a los Registros Akáshicos está restringido, es posible acceder a ellos gradualmente. No se trata de una habilidad que se obtenga de la noche a la mañana, sino de un proceso que requiere:

Demostrar capacidad intelectual y espiritual.

Manejar el raciocinio y la mente para que trabajen a nuestro servicio, y no al revés.

• Obtener un “gradiente de confianza estelar” (Próximamente hablaremos de esto).

Incluso si se logra un cierto nivel de acceso, la “biblioteca” no se abre por completo de golpe. Al principio, solo se permite entrar a una “sección”. A medida que se demuestra que la información se usa con “fines armónicos”, tanto para uno mismo como para los demás, se van abriendo “otros accesos”. Es un proceso de maduración y responsabilidad con el conocimiento.

Conclusión

Los Registros Akáshicos son la historia completa del todo, anclada en tu propio ADN. Aunque el acceso está restringido para nuestra protección y aprendizaje, es un recordatorio del potencial ilimitado que reside dentro de cada uno de nosotros, esperando ser “desbloqueado” a medida que avanzamos en nuestra evolución.

Para entender esto es clave conocer la naturaleza multidimensional de nuestro ADN. Pronto dedicaré un post al respecto, pero por ahora quédate con esto: EL ADN es mucho más que esa hélice que nos enseñaron en la escuela…

Hasta la próxima!