Ingenieros Siderales

Introducción

Bienvenido nuevamente a otro artículo de la Biblioteca Estelar. Hoy te contaré quiénes son los Ingenieros Siderales y por qué son los responsables de la realidad que nos rodea. Hay mucho por cubrir así que empecemos directamente con el contenido 🙂

Jerarquías celestiales: definición y estructura

Al igual que en la Tierra, en el Universo hay jerarquías, las cuales denominaremos jerarquías celestiales. Las jerarquías celestiales constituyen una organización compleja de niveles de conciencia y entidades que participan en la creación, el mantenimiento y la evolución del universo.

En el Universo existen múltiples planos o dimensiones, cada una con funciones y grados de sutileza crecientes. Estas jerarquías no son simples escalafones de poder, sino redes de colaboración donde cada nivel cumple un propósito específico, desde la transferencia de conocimiento, hasta la supervisión de procesos evolutivos.

Podemos ver al universo como un sistema interconectado, donde cada ser y cada plano contribuyen al propósito mayor de autoconocimiento y evolución.

El papel de los hijos paradisíacos y la co-creación universal

Hablemos un poco sobre el origen del Universo. El universo surge de la interacción entre una matriz creadora primordial y los llamados hijos paradisíacos. Veamos quiénes son estas entidades.

La matriz, también denominada Fuente (la cual tiene energía Femenina, dicho sea de paso), contiene el conocimiento esencial pero carece de experiencia.

Por otro lado, los hijos paradisíacos, son energías de conciencia elevada provenientes de otros universos, los cuales se integran con esta matriz para iniciar el proceso de co-creación. Cada uno de ellos viene a este universo para llevar a cabo un proyecto que puede haber funcionado (o no) en otro universo. Por ejemplo, nosotros los humanos somos el proyecto del Hijo Paradisíaco Micael.

La unión Fuente + Hijos Paradisíacos permite que el conocimiento se transforme en experiencia, dando origen a la vida y a la multiplicidad de formas y realidades. Los hijos paradisíacos actúan como catalizadores, aportando la energía necesaria para que la matriz creadora manifieste nuevas existencias y experimentos universales.

De este modo, la finalidad de la co-creación es que la fuente original pueda experimentarse a sí misma a través de innumerables vivencias, facilitando el autoconocimiento y la expansión de la conciencia en todos los niveles del cosmos.

Usamos el término co-creación en lugar de creación para remarcar que para este proceso se requieren dos o más partes. La analogía más cercana que se me viene a la mente es la concepción de la vida en el vientre materno, donde se combina la energía masculina con la energía femenina para co-crear vida. La mujer provee la “matriz” (óvulo) y el hombre el “catalizador” (espermatozoide).

La dualidad como motor de la experiencia

Mencionamos que la unión de la Fuente busca experimentarse y autoconocerse a sí misma mediante innumerables vivencias. Acompañame en este ejercicio: Imaginemos un universo tranquilo, donde todos son “buenos”, no hay conflictos, todos conviven en paz y reina la armonía. Suena realmente tentador, pero en términos de experiencias… ¿Sería un universo propicio para aprender? Sin duda habría mucho por vivenciar, pero estaríamos perdiéndonos de muchas lecciones, ¿no lo crees?

Es como jugar un videojuego donde no te pueden matar, con recursos infinitos, sin enemigos. Inevitablemente se vuelve aburrido.

Es así que aparece la dualidad, ese condimento que hace que la vida sea más interesante, a costa de hacerla un poco (o bastante) más difícil. ¡Pero sí que se aprende!

La función principal de la dualidad (también llamada polaridad) es generar movimiento, contraste y diversidad de perspectivas, permitiendo que la experiencia y el aprendizaje sean posibles. Vale aclarar que la dualidad no se reduce a la oposición entre el bien y el mal, sino que representa la existencia de dos polos o puntos de vista diferentes, cuya interacción produce dinamismo y evolución. Esta polaridad es el motor que impulsa la experimentación y el desarrollo de la conciencia, ya que a través de la confrontación y la integración de opuestos, los seres pueden expandir su entendimiento y autoconocimiento.

Así, la dualidad no es un obstáculo, sino una herramienta esencial para la evolución y el propósito existencial de toda forma de vida.

Ingenieros siderales: origen, función y fractalización

Ahora sí, veamos qué son concretamente los Ingenieros siderales.

Los ingenieros siderales son entidades de conciencia elevada que surgen como resultado de la cocreación entre la matriz creadora y los hijos paradisíacos. Su función principal es diseñar, organizar y supervisar la evolución de los universos, actuando como “arquitectos cósmicos” que establecen las bases para el desarrollo de la vida y la experiencia en múltiples planos.

Para poder interactuar en los diferentes niveles de realidad, estos ingenieros deben fractalizarse, es decir, dividir su conciencia en múltiples manifestaciones adaptadas a la densidad y las características de cada plano. Este proceso de fractalización permite que su influencia y guía se extiendan desde los planos más sutiles hasta los más materiales, sin perder su conexión con la fuente original.

Intentaré hacer un ejemplo de la vida cotidiana: Imaginemos que queremos experimentar cómo es la vida en una colonia de hormigas. Nosotros con nuestro tamaño no podemos ingresar y recorrer un hormiguero, y aunque quisiéramos intentarlo terminaríamos destruyéndolo. ¿Podemos estudiar las hormigas mediante instrumentos y observación? Claro que sí. ¿Podemos elaborar teorías para entender su comportamiento a partir de lo que observamos? Por supuesto. Pero todo esto no reemplaza la experiencia, eso nunca lo vamos a obtener. Es por ello que, si quisiéramos experimentar realmente lo que es vivir dentro de la colonia, deberíamos separar una parte diminuta de nuestra consciencia e introducirla en una hormiga. Eso es, en esencia, la fractalización.

Los Melchisedec y su rol en la evolución planetaria

Todo lo que acabamos de describir sobre los Ingenieros Siderales ocurre en dimesiones o planos muy muy elevados. Estamos hablando de niveles donde se crean y de destruyen universos enteros. Un poco más abajo (más “cercano” a nosotros) existen órdenes o jerarquías galácticas que velan por el desarrollo y la evolución de las especies. Una de ellas son los llamados Melchisedec.

Los Melchisedec cumplen la función de instructores planetarios y supervisores de la evolución de las almas encarnadas en los distintos mundos. Su tarea principal es monitorear, evaluar y guiar los procesos evolutivos, asegurando que cada ser avance en su camino de autoconocimiento y aprendizaje.

En la estructura jerárquica, recopilan y procesan información sobre la evolución individual y colectiva, transmitiéndola a niveles superiores a través de pulsos energéticos, desde el planeta hasta el sistema solar, la galaxia y más allá. Esta información es utilizada para ajustar y optimizar los procesos evolutivos, permitiendo que la experiencia de la fuente original se enriquezca continuamente.

Los Melchisedec también colaboran con otros grupos jerárquicos, como el consejo kármico, para evaluar el desarrollo de las almas y facilitar su progreso en los diferentes ciclos de existencia.

El consejo kármico y la evaluación de las almas

Otra de estas organizaciones que velan por la evolución de las especies es el Consejo Kármico, una instancia jerárquica encargada de supervisar y evaluar el desarrollo evolutivo de las almas en los distintos planos de existencia. Su función principal es analizar las acciones, aprendizajes y experiencias acumuladas por cada ser, determinando el grado de avance y las lecciones pendientes para futuras encarnaciones.

Este consejo opera en estrecha colaboración con los Melchisedec y otras entidades jerárquicas, utilizando información energética y registros de vida para tomar decisiones sobre el destino y las oportunidades de evolución de cada alma. La evaluación no se basa en juicios morales, sino en la integración de experiencias y el cumplimiento del propósito existencial. A través de este proceso, se ajustan los escenarios y desafíos que cada alma enfrentará, facilitando su crecimiento y permitiendo que la fuente original continúe su proceso de autoconocimiento a través de la multiplicidad de vivencias individuales y colectivas.

Los Lanondek: genetistas y modificadores de la vida

Por último, tenemos a los Lanondek, quienes son reconocidos como ingenieros genéticos responsables de la modificación y el ajuste de la vida en los distintos planos de existencia. Su labor consiste en intervenir en la evolución de las especies, realizando cambios tanto a nivel biológico como etérico para optimizar la adaptación y el desarrollo de la conciencia.

Estos genetistas supervisan la evolución de plantas, animales, humanos y otras formas de vida, introduciendo variaciones y ajustes necesarios para que cada especie pueda cumplir su propósito evolutivo.

Los Lanondek actúan en colaboración con otras jerarquías, recibiendo información sobre el avance de la vida y aplicando mejoras o correcciones según las necesidades del entorno y los desafíos que enfrentan las especies.

Gracias a su intervención, la vida en el universo se mantiene dinámica, permitiendo la aparición de nuevas formas, la superación de crisis evolutivas y la integración de experiencias que enriquecen el proceso de autoconocimiento de la fuente original.

Conclusiones

Hemos visto que la estructura universal revela una compleja red de jerarquías, organizaciones y procesos diseñados para facilitar el autoconocimiento y la evolución de la conciencia.

La experiencia terrenal, con sus desafíos y dualidades, es parte esencial del propósito existencial: experimentar, aprender y contribuir al desarrollo colectivo.

También vimos cómo la evolución en los diferentes planetas no es un “accidente” sino que forma parte de un proyecto, un plan superior. Y existen también organizaciones que no solo monitorean dicha evolución sino que también aplican los ajustes necesarios para asegurar el desarrollo de las mismas y permitir que la Fuente se siga auto descubriendo.

Espero que a partir de este artículo tengas una visión más amplia sobre el propósito de la vida, no sólo aquí en la Tierra, sino en todo el Universo. No somos más que una forma en la que la Fuente se expresa para auto conocerse y experimentarse.

¿Qué debemos hacer entonces? Simplemente seguir trabajando en nuestro desarrollo interno, la coherencia y la apertura a nuevas perspectivas.