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Fractales

¡Hola a todos! Hoy vamos a sumergirnos en un concepto fascinante que, aunque suene complejo, es mucho más cercano a nuestra realidad de lo que imaginamos: los fractales. Prepárense para una aventura que nos llevará desde un número fraccionario hasta la esencia misma del universo.

¿Qué son y cómo nos conectan con el Universo?

La definición matemáticaUn fractal es un objeto geométrico cuya estructura se repite a diferentes escalas. En otras palabras, al observar una parte de un fractal, se puede reconocer la forma del objeto completo, como si fuera una réplica a menor escala.

Desde una perspectiva espiritual, entendemos al fractal como una consciencia o entidad que se separa en partes más pequeñas, pero sin perder su verdadera esencia. Es decir, cada partecita (fractal) tiene todas las propiedades de la pieza original.

Un ejemplo claro que todos podemos entender es la semilla de una fruta. Cuando plantas una semilla, si le das el tiempo, el agua y los nutrientes necesarios, puede crecer y convertirse en un árbol idéntico al que le dio origen. Esa semilla contiene un código genético que permite que este proceso pueda recrearse infinitamente. ¡Eso es un fractal en acción!

¿Por qué existimos como fractales?

Desde una perspectiva cósmica, el concepto de fractales se vuelve aún más profundo. La razón principal de nuestra existencia, y de la existencia de los universos, es que la “Fuente” original (o “Dios”) necesita autoconocerse. Piensen en esto: si la Fuente fuera una sola entidad, ¿cómo podría conocerse a sí misma en su totalidad? Para conocerse, la Fuente necesita “mirarse desde otros ángulos”, por así decirlo.

Para lograr este autoconocimiento, la Fuente se “fractaliza” o se subdivide en innumerables esencias o partes de sí misma. Estas fractales tienen un poder y una “genética” similar a la Fuente, aunque con una capacidad menor al principio, ya que son divisiones. Lo asombroso es que estas fractales tienen la posibilidad de crecer, evolucionar hasta alcanzar a la Fuente original.

La belleza de esta fractalización es que, a medida que la Fuente se ramifica en todas estas experiencias, puede auditar, comprender y evaluar la vida en cada instante, en cada molécula y átomo del universo. Cuantas más ramificaciones, ¡más aprende la Fuente!.

La vida como fractal

Quiero enfatizar estas definiciones a través de un ejemplo. Pensemos en una escuela.

La Fuente es quien decide crear esta escuela y pone a disposición todos los materiales para construir esta escuela.

Ahí es donde aparecen los ingenieros siderales (entidades de gran conciencia), quienes construyen y preparan esta escuela, dejándola lista para ser usada.

Luego los “hijos paradisiacos” (entidades superiores) entran en acción y deciden “borrar su memoria” y encarnar en esta escuela como “estudiantes” para aprender desde cero. Pero estos hijos paradisíacos no se sientan en su pupitre a tomar clases, sino que se “fractalizan” en pequeñas partes, que vendrían a ser los estudiantes. Nosotros, los seres humanos, somos esas almas que borraron su memoria y están aprendiendo desde cero.

Cada “salón” de esta escuela es una dimensión. Y como en cualquier escuela, si no aprendes, no pasas de nivel.

A lo largo de nuestro paso por esta escuela, vamos cambiando de “salón” (o densidad) conforme nuestra conciencia nos lo permite. Este proceso es lo que conocemos como ascensión: una evolución en consciencia que nos permite comprender más y más.

Para que nos demos una idea, el planeta Tierra, por ejemplo, está aproximadamente en el nivel de “primero o segundo de kínder” de esta vasta escuela cósmica.

La Dualidad

Si todo es parte de la misma Fuente, ¿por qué existe lo que percibimos como “bueno” y “malo”?. En realidad, la Fuente busca experimentar todo, incluyendo la dualidad.

Desde una perspectiva superior, el “bien” y el “mal” son construcciones humanas. Para una entidad de alta conciencia, el objetivo es “evaluar la vida sin moral, sin humanidad”. Por ejemplo, un draconiano que se alimenta de ectoplasma humano lo hace por una necesidad biológica, no es “malo” desde su perspectiva. Otro ejemplo puede ser un camarógrafo que filma a la gacela siendo perseguida por un león. ¿Es malo el león? ¿Debería el camarógrafo intervenir para que eso no ocurra?

La única salida es convertirnos en observadores y seguir trabajando en nuestro despertar individual. Se trata de liberar nuestra conciencia mientras seguimos participando en la vida cotidiana (pagando impuestos, trabajando). Poco a poco, la idea es desacoplarse de dogmas y apegos que nos atan.

Sería algo como fluir con la matrix.

Conectando con nuestros “Yo” fractales

¿Sabías que puedes conectarte con tus propias fractales? Esto incluye tus vidas pasadas o “vidas paralelas”. Si necesitás información sobre alguna disciplina en particular, inspiración o simplemente un mensaje para resolver un problema, podés conectar con esa “entidad” tuya que ya cuenta con esa información y obtenerla a nivel astral.

Desde ya te digo que no es nada fácil, requiere práctica y aprender a seguir nuestra intuición, que a fin de cuentas, no son más que nuestros fractales enviándonos mensajes.

Nuestros fractales no solo existen en el tiempo y el espacio. También existen “a los lados”, como versiones “clonadas” o “espejos inversos” de nosotros mismos en otras dimensiones. Nuestro Yo Superior o “cuerpo búdico” es quien administra estas diversas experiencias de nuestros fractales, asegurándose de que la dualidad sea comprendida y, si alguna “rama” se vuelve demasiado “negativa”, puede desconectarla para mantener el equilibrio del sistema.

Los Fractales y el despertar

La vida es un constante aprendizaje y evolución. Aunque la tendencia natural es a la ascensión y a sumar experiencias para nuestra conciencia, también existe la posibilidad de una regresión. La buena noticia es que nuestros fractales, como mencioné anteriormente, pueden enviarnos “tips,” enseñanzas e incluso regañarnos. Es como si nuestro “yo futuro” nos diera una guía para este presente.

El objetivo final es que esta “simulación cuántica” en la que vivimos, administrada por entidades que se benefician de nuestra dualidad (más info acá), termine. La idea es que, al recolectar suficiente información, podamos salir de esta “Matrix” y vivir una existencia sin dinero, sin un gobierno siniestro, y que cada ser vaya a su “propia Matrix”. Es decir, que los seres con conciencia de “Edad de Piedra” vayan a donde corresponde esa experiencia, y los Arturianos a su lugar, sin esta mezcla que genera tanta dualidad y conflicto.

Conclusión

El concepto de fractales nos invita a ver la vida no solo como una experiencia individual, sino como una división interconectada de una gran Fuente que busca autoconocerse. Somos piezas fundamentales de este rompecabezas cósmico, experimentando la dualidad, aprendiendo y, en última instancia, buscando la ascensión de nuestra propia conciencia.

Recuerden, la información es una guía, pero el camino es personal. Filtren, cuestionen y confíen en su intuición. Cada experiencia, cada desafío es una oportunidad para entender más sobre quiénes somos y cómo nos conectamos con la vastedad del universo. Si algo de todo esto te resonó, no dudes en escribirme y contarme!